Autorretrato. 1509, Florencia.
"La pintura de Rafael se inscribía en el más puro clasicismo, y era expresión de un orden y un equilibrio absolutos."
Contexto histórico
Rafael de Sanzio nació en pleno Renacimiento, siendo en Italia el arte el mayor exponente, lo que dio lugar a su maravillosa formación.
En Florencia surgía el arte del Quatrocento, cánones de belleza, búsqueda de la humanidad de Cristo…
Biografía
Rafael Sanzio nació en Urbino, en 1483, y murió en Roma en 1520.
Además de ser hijo de un padre pintor reconocido, en 1595, Timoteo Viti le impartió clases de pintura, siendo su primer maestro.
Hacia 1499 comienza a hacer obras tan importantes como El Sueño del Caballero.
En 1500 entró en el taller de Perugino como auxiliar, inspirándose durante cuatro años y pintando una de las obras más destacadas de su juventud, los Desposirios de la Virgen.

The National Gallery.
De 1504 a 1508 vivió en Florencia, donde pintó diversas vírgenes, y comenzó a enriquecerse de Leonardo, Miguel Ángel y Fray Bartolomeo de lla Porta.
En 1508 se instauró en Roma, donde fue pintor favorito de los papas Julio II y de León X, donde fue tal su popularidad y trabajo que necesitó ayudantes para dar a basto con todos sus encargos.
Decoró estancias importantes como el Vaticano con composiciones históricas, alegóricas y religiosas.
Además de éstos trabajos también tuvo tiempo de pintar numerosos retratos, desde su llegada a Roma en 1508, pintando a las personas "más reales de lo que son" y muchas veces dando sus propios toques fantásticos.
Dama con unicornio. 1506. Roma, Galleria Borguese.
Retrato del cardenal. 1510-1511
Retrato de cardenal. 1510. Madrid, Museo del Prado.
Se trata de un óleo sobre tabla, de 79x61 cm.
Es uno de las más penetrantes obras del mundo de la pintura.
Aunque actualmente no se sabe con certeza quién era el hombre retratado, varias fuentes aseguran que podría tratarse del cardenal Francisco Alidosi, personaje despiadado y cruel.
Aparece sentado, de medio cuerpo, formando una imagen triangular, con un aire alejado.
El fondo oscuro y neutro contrasta con el retratado, al que vemos dotado de una gama de colores brillantes en su vestimenta y tez pálida.
Es una obra dotada de gran tridimensionalidad gracias al escorzo del brazo y la postura del cardenal, que aleja su cuerpo levemente hacia atrás.
Su atuendo es la mayor referencia que tenemos para saber el papel que juega el retratado:
-Igual que en la actualidad, el rojo es el color de los mártires.
-Aunque en el retrato no se ve la mano completa es fácil que el cardenal llevara el anillo,
signo de su desposorio con la Iglesia de Roma.
-El sombrero, denominado capelo cardenalicio, era el signo que llevaban los esclavos liberados. También lo usaban los ciudadanos libres en las fiestas y solemnidades.
También podían usar una birreta roja.
-La sotana carmín con capa abotonada y capucha. Tejidos caros.
Retrato de Elisabetta Gonzaga. 1502-1504.
Retrato de Elisabetta Gonzaga. 1502.
Florencia, Galleria degli Uffizi.
Se trata de un óleo sobre tabla de 59 x 37 cm.
La mujer retratada es Elisabetta Gonzaga (1471-1526), hija de Federico I Gonzaga y esposa del duque Guido.
Es un plano medio, frontal. Se muestra con aspecto sereno y relajado, casi inexpresio, frente a un paisaje brillante muy rafaelesco. Al igual que en el anterior retrato juega con los contrastes, esta vez resaltando el vestido negro con un fondo colorido.
Ésta mujer fue reconocida en el Renacimiento Italiano por unificar cultura y política gracias a su inteligencia y grandeza.
Elisabetta asumió la impotencia de su marido, del que rechazó firmemente separarse. Incapacitada para ser madre, se volcó en el arte y la cultura convirtiéndose en una importante mecenas de la Italia del cinquecento.
Un testigo que asistió a la boda de Elisabetta con Alfonso I de Este describió sus atuendos durante varios días, dando importancia a los vestidos de terciopelo negro con decoración de hilos dorados y joyas de oro, tal y como la vemos representada en el retrato de Rafael.
Luce un vestido de terciopelo negro con ornamentos de hilo dorado formando rectángulos. Su escote también es rectangular y está decorado con una cenefa dorada.
Además de las cadenas de oro que bajan por su escote,
decora su frente con una lenza de oro decorada con un
escorpión. Éste detalle recuerda al retrato de Beatriz de
Este , duquesa de Milán.

Beatriz de Este. Giovanni Ambrogio de Predis y
Leonardo da Vinci.
Existen parecidos razonables con las vestimentas de otras obras de mujeres renacentistas, con los que podríamos hacernos una idea de como
dispone su cabello hacia atrás.
Bibliografía:
-El Renacimiento, Reforma y contrareforma. Ed. Salvat.
-El Renacimiento, El Cinquecento. Ed. Salvat.
-Historia Universal del Arte (El Renacimiento) Ed. Espasa.
-Historia del Arte (Renacimiento y manierismo I). Ed. Instituto Gallach.
-Rafael. Konrad Oberhuber.
-Vestidos del Mundo. Ed. Blume.
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